Gracias, princesa,
por recordarnos esta hermosa leyenda.

Una de mis historias preferidas cuenta que hace mucho tiempo, tanto que ni lo recordamos, los humanos éramos distintos: nuestras espalda y costados formaban una esfera coronada por una sola cabeza presidida por dos rostros enfrentados, poseíamos cuatro orejas, cuatro brazos, cuatro piernas que nos permitían avanzar en direcciones opuestas alternativamente sin girarnos, dos órganos sexuales...
Estos humanos vivían felices y cada uno era un ser completo, pero siempre que los humanos hemos tenido una época feliz y sin preocupaciones la hemos echado a perder, y así sucedió también entonces: ofendieron a los dioses, incluso intentaron ascender al cielo para atacarlos, y estos, que desde el principio de los tiempos tenían claro lo de divide y vencerás (aunque ahora veremos que de modo mucho más literal), para castigarlos, hacerlos más débiles y menos altaneros, resolvieron hacer de cada uno dos. Zeus iba partiendo humanos por la mitad y Apolo iba girando el rostro de los seres incompletos que quedaban para que siempre tuviesen a la vista su seccionamiento.
Desde entonces, cada parte echa de menos a su mitad, y cuando la encuentra, la reconoce como semejante a ella y a partir de ese momento sólo quieren permanecer abrazados, anhelando ser de nuevo un solo ser.
ya sabes donde tienes que pulsar:

0 comentarios